Los juegos de mesa no son sólo una forma divertida de pasar el tiempo; son una experiencia de ocio que aporta numerosos beneficios a nuestra vida cotidiana.
Fomentan la convivencia y la interacción social.
Desarrollan habilidades cognitivas.
Estimulan la creatividad y la imaginación.
Promueven la paciencia y la gestión del tiempo.
Ofrecen una desconexión saludable.
Impulsan la competencia sana y el trabajo en equipo.